El destino quiso que en esta serie de cuartos de final no estén ni Del Potro ni Djokovic tal cual se lo soñaba luego de derrotar a Brasil en el pasado mes de Marzo. Y si bien eso le corre el telón a las grandes expectativas previas la serie ahora presenta un choque parejo y abierto a cualquier posibilidad para que ambas selecciones aspiren a la ansiada semifinal 2015 del grupo mundial.
Es imposible no extrañar a los Nalbandian, a los Gaudio, a los Coria y a varios otros de la querida Legión que tanto prestigio nos dio a nivel internacional. Y sin embargo, seguimos allí prendidos entre los mejores y contra todos los pronósticos ante la permanente ausencia del distinto que hoy por hoy es Juan Martín Del Potro.
Era un hecho que si Novak Djokovic,lejos el mejor tenista de los últimos años, se llegaba a Buenos Aires las chances argentas eran ínfimas para no decir imposibles. Pero el cansancio de “Nole” nos dio una mano en lo deportivo y ahora la posibilidad de ganar y esperar a “Delpo” para las semis de Setiembre cambia el ánimo y las perspectivas de cabo a rabo. Porque Leo Mayer bien puede bancar la victoria ante Troicki y Tipsarevic y el azuleñoDelbonis ya dio muestras de su fibra copera suponiendo que sea la segunda raqueta albiceleste. Claro que no será un trámite ni mucho menos, máxime si se piensa en que no tenemos aún un Dobles sólido para tener grandes chances ante el especialista serbio Zimonjic y acompañante. Pero se juega en indoor y sobre polvo de ladrillo lo que supone desventajas deportivas para los europeos, no solo por la superficiesino también por ese clima hostil de encierro que tanto les costó superar a los argentinos de visitantes.
Se viene un interesante choque en una importante instancia del grupo mundial por Copa Davis y ante un ex campeón mundial. Se viene una serie tan complicada como expectante y con renovadas ilusiones de volver a pelear por la siempre esquiva Ensaladera de plata. Y por ello, a pesar de tantas pálidas presentes y tanta nostalgia del pasado reciente, aún tenemos un respetable permiso para soñar.