Fue casi un espejo de aquel choque en Sunrise meses atrás para retener la categoría. Se debía ganar si o si porque el margen no daba para otra cosa y por eso la sensación generalizada de que el correntino Mayer nos volvió a devolver el alma al cuerpo. Derrotò casi sin atenuantes al incòmodo zurdo Bellucci que también tuvo lo suyo y empardò una serie que sin dudas todavía tiene visos de complicación.
Sin embargo, una cosa fue su saque y claro dominio del punto posterior y otra muy distinta su devolución. Que adoleció de precisión dejando armar el manejo del punto a un rival que lo supero claramente en la tercera manga. Pero solo fue un susto pasajero que el “Yacarè” logrò rápidamente acomodar con decisión en los puntos importantes.
Por estas horas y cuando cae la noche en la inmensidad del predio de Tecnòpolis algunos ya piden su presencia para el durísimo dobles de mañana dado lo entero que termino. Un dobles rival harto complicado por la calidad de Soares y Melo que son pesaos pesados en el circuito. Pero clásicos son clásicos y sabemos que en ellos todo puede suceder.