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Trámite concluido para la selección argentina al despachar a la débil Polonia que prácticamente no fue rival a pesar del mentiroso 3 a 2 del triunfo nacional.
Triunfo del “Yacaré” Mayer que, salvo en aquel primer set perdido ante el irregular Przyslezny en donde se lo vio muy errático, tuvo un resto del match todo para sí. Un triunfo basado en su servicio y en aquellos 23 aces para que su confianza cotizara en alza y de allí en más quedarse con una sólida victoria que le sigue dando al correntino chapa de copero.
Luego, el rosarino Olivo cosechó su segunda derrota en esta incursión por la selección de Orsanic al caer ante el juvenil Hourcaz en tres sets en un choque de bajo nivel tenístico.
La Argentina no solo ya está en cuartos de final sino que no jugará para mantener la categoría asegurándose el grupo Mundial para la próxima temporada del 2017.
Pero no hay que engañarse. En tanto y en cuanto no regrese Del Potro con su conocido nivel las chances blanquicelestes no son tan sólidas como para aspirar a conquistar de una vez por todas la esquiva Ensaladera de Plata.
El dobles de Mayer con Berlock no pudo ser revalidado en Polonia y allí siempre hay dudas de cuanto puede aportar en cada serie. En singles, la grata noticia vino de la mano del zurdo Pella en quien hay depositadas muchas expectativas si pudiese tener continuidad, esa que no tuvo el otro zurdo Delbonis. Mayer cosecha más victorias que buen juego aunque el “Yacaré” seguirá siendo un permanente número puesto para el equipo de estos tiempos.
Italia, un rival largo en nombres pero no en estrellas imposibles de vencer, será el rival de turno en la península europea de aquí a un poco más de cuatro meses. Un tiempo considerable que puede ser un lapso interesante para volver a contar con Del Potro. Pero con la necesidad de un “Delpo” con confianza, en ritmo, y con aquella agresividad y solidez que lo llevó a ganar cosas realmente importantes. Por ello, los próximos dos Masters 1000 serán una prueba de fuego, no solo para La Torre de Tandil sino también para el mismo capitán Orsanic que sabe de la trascendencia de su regreso al equipo.
Así, solo así con Del Potro en su nivel y como parte de la selección, el deporte argentino podrá volver a soñar con un campeonato del mundo desde el tenis. Más allá de que Italia no sea un escollo insuperable aun jugándose por aquellas tierras. Y por ahí, de ganar, con un margen mayor para el regreso de un “Delpo” ya es imprescindible en un equipo solidario y esforzado pero carente de ese gran nivel que se necesita para calzarse el pesado traje de candidato.
