0
0
Luego del duro doble turno del entrenamiento de este lunes ya en el escenario central de la disputa de la gran semifinal, el “Yacaré” Mayer le puso su toque provinciano a la elevada adrenalina del entorno. Debemos ir “de a pasitos y poco a poco para no enloquecernos pensando en la chance finalista” se despachó el tranquilo correntino. Y no deja de ser todo un mensaje realista de acuerdo a las circunstancias pero sin renegar de una sólida esperanza que se sigue manteniendo en el bunker nacional.
En estos días previos, el verse las caras muy de cerca con el rival y poder evaluar sus niveles siempre termina siendo un arma de doble filo. Porque se puede percibir y presentir que no son nada del otro mundo como también experimentar la incomodidad de comprobar las virtudes del contrincante. De allí la importancia en el mensaje de Leo Mayer de tratar de concentrarse en el pulido de todos los detalles y no dar un segundo paso sin asentar antes el primero.
Uno de los puntos fuertes que debería sostener el seleccionado nacional en esta importante instancia es el de convencerse de que se tiene mucho más para ganar que para perder. Eso, solo eso debería ser un motivo adicional para tranquilizarse y trabajar con inteligencia durante toda la previa, siempre vital a la hora “de los bifes” del primer día de competencia.
El capitán Orsanic ya dio muestras en aquel rígido ambiente de presión local en Tecnópolis que sabe manejar esas situaciones ante un grupo que tiene mucha fortaleza de equipo, más allá de las limitaciones técnicas también presentes. De allí que el generar un ambiente de buena onda para todos vaya siendo clave y cotice alto en estas horas donde la ansiedad y la adrenalina suelen hacer de las suyas con los estragos no deseados.
