0
0
En varias ocasiones hemos expuesto la importancia que tiene la estimulación entre hermanos cuando de competencias deportivas y de otros rubros sociales se trata.
Muchas veces, es inevitable que alguien de tu misma sangre, criado a la par y que practique la misma actividad no genere algún tipo de influencia y expectativas extras en el otro.
En Las Varillas esto lo hemos observado y comprobado en infinidad de oportunidades ya sea en los deportes grupales como en los individuales, especialmente cuando los hermanos practican la misma disciplina deportiva.
Pero lo acontecido en coincidencia en un puñado de horas de los últimos días de la semana anterior quizás sea difícil no solo de recordar como casos similares sino también de repetirse a futuro.
Se dio en el atletismo y en el basquetbol y no precisamente en eventos amistosos o de entrecasa sino en certámenes grosos que no cualquiera los disputa.
Mientras en Mar del Plata Sofía Levrino festejaba el jueves anterior su tercer título en el Grand Prix Sudamericano de atletismo asombrando a propios y extraños, su hermana Yamila se alzaba con una triple corona provincial en Córdoba capital solo 48 horas después.
Por el lado del deporte de los cestos, el pequeño Ivo Rossi se convertía entre el viernes y el domingo en una de las piezas fundamentales para que la selección sub 13 de San Francisco pudiera llegar al final four, más allá de no haberse concretado por solo cuatro puntos. Ese mismo viernes y domingo en Bell Ville, su hermano Sebastian era también otra pieza clave en el andamiaje del club Bell para lograr esas dos victorias que ya casi lo catapultan como el nuevo campeón provincial.
Casualidad o causalidad al margen, es evidente que respirar y compartir el mismo ambiente competitivo dentro del seno familiar brinda un plus extra de estimulación para intentar superar tanto los límites como los obstáculos. Y ello no debería dejar de ser algo auspicioso y alentador en tanto y en cuanto el hecho transcurra con naturalidad, sin egoísmos y sin comparaciones odiosas que puedan llegar a dañar la relación.
El correcto rol de los padres como el de los entrenadores y allegados también debería jugar un papel fundamental en estos casos especiales. Roles claves por su relación con los hermanos que generen un ambiente cordial permanente y un mutuo acompañamiento entre ellos y así evitar incluso cualquier posibilidad de competencia desmedida.
