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La vida de Angel Arnaudo, un hombre de 31 años que es de Tío Pujio, cambió mucho aquel día de una década y media atrás cuando perdió una mano y parte de su brazo en un accidente en un campo.
Y volvió a cambiar dos semanas atrás, cuando se le colocó el brazo ortopédico que, en un par de meses, desarrolló el equipo de impresión 3D y robótica de la Tecnoteca Municipal.
Angel estuvo ayer en ese espacio junto al intendente Martín Gill. “Dije que no quería hablar”, contó el vecino, al confesar que le daba pudor enfrentar las cámaras de la prensa. Pero lo hizo y se reflejó su alegría.
Contó que a través de alguien que conoce supo del trabajo que se viene efectuando en la Tecnoteca y entonces se acercó nueve meses atrás a la sede para averiguar él mismo sobre las posibilidades. “Vine, me recibieron muy bien y me hicieron preguntas sobre cómo quería la mano”, describió.
Su vínculo con este ámbito municipal derivó en la puesta en marcha del equipo de robótica para trabajar en el primer brazo generado con la nueva impresora 3D incorporada recientemente.
“Vine varias veces, se tomaban medidas para ver cómo me asentaba. Me habían comentado que iba a ser lento porque tenían mucha demanda de prótesis, pero me aseguraron que la tendría”, precisó.
“Después de 15 años, me tengo que acostumbrar a tener de nuevo la mano. Me llevo bien, la agarro tranquilo en mi casa solo”, declaró Angel, quien trabaja por la mañana en la Municipalidad de Tío Pujio realizando tareas de mantenimiento y, por la tarde, en un taller mecánico de Villa María.
“Esto no es nada, según me cuentan se puede hacer mucho más”, apuntó con entusiasmo en referencia al lugar que ya lleva seis manos ortopédicas entregadas.
“Este es un espacio de innovación y conocimiento aplicado que permite solucionarles problemas a los vecinos”, dijo, por su parte, el intendente Martín Gill.
El mandatario repasó que durante 2017 se realizaron importantes mejoras en infraestructura de las diferentes salas de la Tecnoteca como así también se incorporó equipamiento para la impresión 3D y el desarrollo de las actividades de astronomía, que ya cuentan con un grupo de 50 aficionados que asisten a los talleres y eventos que se hacen en torno a la observación y conocimiento de los astros.
En tanto, el director de la Tecnoteca, Ariel Vottero, subrayó el trabajo en equipo que se genera entre quienes se acercan interesados en las prótesis, como lo hizo Angel, y los técnicos que conforman el área de robótica. “Es un vínculo que permite mejorar”, dado que las personas, tras recibir su mano o brazo, hacen una retroalimentación del uso para ir ajustando sus características.
Fuente y foto: El Diario del Centro del País
