Por estas tierras de Asia Central la disciplina, el esfuerzo, el respeto y el cumplir a rajatabla con las normas y obligaciones es cosa de todos los días. Está hecho carne en ellos y es producto de un mix tan interesante como poco común: la conjunción del sufrimiento post comunismo y la disciplina oriental. Y, por lo que pude comprobar en más de quince días, hasta en la cuasi soviética Uzbekistan lo ponen en práctica de manera natural en todas sus vivencias y,
obviamente, la benévola consecuencia de sus beneficios les llega más temprano que tarde.
El creciente éxito en la mayoría de sus disciplinas competitivas en lo deportivo es una de ellas y la intercomunicación global les vino a dar el espaldarazo final. Obvio que ello se traslada hoy por hoy también a los aspectos económicos, tecnológicos, financieros y productivos y por ello acaban de finalizar con sumo éxito en Astaná esta Expo Future Energy 2017 con visitantes de todo el planeta.
Pero volviendo a lo deportivo, el haber integrado aquella ex Unión Soviética aún desde está durísima región asiática en lo climático, les dejó el estigma de lo competitivo así fuese en una pequeña porción de aquel inmenso rompecabezas comandado por Rusia. En Kazajistán, específicamente, los gustos deportivos por el box, la lucha, el judo y el ciclismo más el incondicional apoyo de su excéntrico Presidente Nazarbayev ya habían generado esa mayúscula
sorpresa mundial en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con el inesperado 12° lugar en el medallero. Deportes cada vez con más adeptos y que diaria y masivamente observamos estas semanas por variados canales de tv.
Es que, desde la incorporación a los Juegos Asiáticos en 1994 tuvieron ya un roce y rodaje internacional mayor que les acrecentó su estimulación y nivel deportivo de manera exponencial.
Ello no solo ensancho en cantidad y calidad el movimiento en federaciones y clubes sino también estimuló una mayor inserción desde las instituciones educativas, masivo semillero al fin, lo cual pude comprobar en los parques y clubes en estos últimos días de permanencia en Astaná.
Me cuentan también que dos años atrás alrededor de 200 mil turistas visitaron Chimbulak, a 30 kms de la ex capital Almaty, por haber sido designada sede de los Juegos Asiáticos de Invierno en el 2011, algo impensado en la época soviética. Los millones de dólares invertidos por tal motivo le dejaron una infraestructura tan novedosa que peleó con Beijing los mismísimos Juegos Olímpicos de invierno del 2022. El atractivo de ser lugares vírgenes para experiencias diferentes hizo a que muchos deportistas y aficionados a los deportes de inverno lo elijan por sobre los
célebres Alpes europeos entre otros.
El broche de oro tuvo eclosión el fin de semana anterior y con nosotros en sus tierras. Es que, el boxeo y el tenis en sus máximas expresiones les regalaron 24 horas de éxtasis total. Su máxima estrella en el deporte de los puños, Gennady Golovkin, fue observado por todo el planeta en su pelea ante Canelo Alvarez en Las Vegas, más allá del “robo” que por aquí consideran a aquel fallo del empate. Solo horas después, su selección de tenis ascendió sorpresivamente al selecto grupo mundial al derrotar al campeón Argentina con un capitán kazajo y jugadores “nacionalizados”: los singlistas Kukushkin y Popko, rusos de nacimiento y el doblista ucraniano Nedovyesov. De “yapa”, se acaba de confirmar que recibirán en los primeros días de Febrero, en el mismo estadio del ascenso, a Suiza y la enorme posibilidad de enfrentar a Federer y Wawrinka entre otros. Otra pauta del “van por mucho más” a partir de aquel esfuerzo y disciplina
comentados y este agregado de sana ambición a través de las nuevas generaciones post soviéticas, hoy todo claramente expuesto ante nuestros ojos.
DEL ÁGUILA A FEDERER EN SOLO SIETE DÍAS
Así en la vida como en el deporte las sorpresas y cambios de animosidad, para bien o para mal, suelen estar a la orden del día y aquí los kazajos lo vivieron de forma pendular en una semana de diferencia exacta. El Jueves anterior, la desolación y el enojo por aquel fallido sorteo simbólico con el águila y el soldado kazajo se habían apoderado de cada rostro asiático que podíamos observar. Hoy, siete días después y ascenso de por medio, la algarabía por la flamante noticia de recibir en Febrero a Federer (así nos lo cuentan) y Wawrinka por el Grupo Mundial es también llamativa en los
Medios y contactos periodísticos que nos quedaron de la cobertura.
De aquella “desgracia” del ave rapaz a esta sonrisa por recibir al más grande tenista de todos los tiempos en solo … siete días.