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La selección argentina de Tenis jugará con Israel una serie tanto o más importante que aquellas que definían instancias decisivas del grupo mundial. Precisamente para tratar de sostenerse en el grupo de elite y esperar un 2015 más ambicioso con el reingreso de Juan Martín Del Potro.
Entre el reducido grupo de Periodistas que, Dios mediante y a contrarreloj estaremos en la desconocida comunidad judía de Sunrise en los Estados Unidos, convenimos que estos cambios beneficiaron nomás a la escuadra de Martín Jaite. Porque la localía siempre es clave en Copa Davis y mucho más si se trata de un choque para evitar el descenso. Choque que se trasladó desde el convulsionado Israel hasta el latino estado de La Florida donde los nuestros no se sentirán tan visitantes. Y por ello todo ese revuelo de las últimas semanas con peleas incluídas entre la Federación Israelí y la ITF terminó siendo favorable a las expectativas de los nuestros dado el nerviosismo vivido y sufrido en el bunker rival.
Una serie abierta allá por los últimos días veraniegos del hemisferio Norte en una zona costera rodeada de un bello mar. Donde ojalá este desilachado equipo nacional pueda pasar el mal trago de una contienda a pura tensión y presión y mantener la categoría que por tantos años lo tuvo como un sólido protagonista. Algo así como aprovechar el río revuelto de las circunstancias vividas y poder festejar la permanencia a escasos metros del mar.
