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Sino todo, gran parte del diario transitar para los estadounidenses se basa en la permanente necesidad de que su maquinaría de consumo no pare de moverse y siga gozando de una excelente salud. Diario transitar que incluye y arrastra a sus inmigrantes, vengan de donde vengan y traigan las costumbres que traigan desde sus raíces. Porque ese trajín consumista, que es parte indivisible de toda vivencia por aquí, termina siendo la indispensable rueda de auxilio que sustenta el elevado nivel de vida de la mayoría. Porque ello no solo le brinda un trabajo digno muy bien recompensado sino también que repercute en las mieles de la seguridad y en un panorama siempre promisorio a futuro.
De allí la permanente alimentación del mercado con productos de innovación escasamente durables pero atractivos y serviciales. Para un corto a mediano plazo que haga a su imprescindible renovación y con ello no se detenga el necesario movimiento de esta maquinaría clave que por estas tierras cotiza con la jerarquía de un Dios. Porque de eso trata el orden de prioridades para los propios y no tan extraños que tratan por todos los medios de calzarse el traje de sueño americano. Sueño que, a fe de ser honestos con la realidad que comprobamos, también necesita de un esfuerzo laboral permanente de muchas horas diarias y con el acompañamiento de todo el grupo familiar.
