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[Escribe: Fernando Movalli] Los cinco títulos del fútbol infantil logrados por la Asociación Deportiva El Arañado en una sola tarde no solo quedarán por siempre en los hechos históricos y excepcionales del deporte de la región, sino que ya dispararon todo tipo de debates. Un debate que ya se venía dando en el mundillo del fútbol infantil pero que voló por los aires “activando” todas las opiniones todas ni bien el blanquinegro alcanzó el sábado tamaño logro deportivo.
Para quien pueda no conocerlo dicho debate giró, gira y girará en torno a los numerosos refuerzos que, con un fuerte apoyo municipal, llegaron para todas las categorías desde distintos puntos de la región. Algo totalmente legal y reglamentario pero que tiene distintas lecturas en función de cómo se lo quiera mirar y de quienes lo hagan.
Es obvio que la inmensa mayoría de los arañenses han estado de acuerdo con ello, no solo porque los óptimos resultados deportivos están a la vista sino porque lo reducido de la población no hubiese permitido generar semejantes campañas con tan pocos pibes en la localidad. Y, sabemos, el prestigio que genera este tipo de cuestiones no solo descansa en el simbolismo de la estadística sino que queda por siempre impregnado en la memoria de la gente.
Sin embargo, no son pocos los que viviendo en otros puntos de la región también avalan dichas decisiones. Aseguran que al conformar fuertes planteles, y más allá de potenciar la posibilidad de los logros deportivos, se estimula a los propios chicos de la localidad y se aprende mucho en consecuencia. Sin dudas, un punto sensible a toda discusión pero no ajeno a esa palpable realidad que, guste o no, es bastante frecuente de escuchar en boca de los propios entrenadores de casi todos los clubes.
Desde la vereda de enfrentelas opiniones son claramente antagónicas, aunque no todos admiten que dicho tema de “reclusión” de buenos jugadores no es optativo solo de Adea ni mucho menos. Porque se sabe, si bien las cantidades de “refuerzos” pueden ser sensiblemente menores a lo decidido en El Arañado, esta fue y es una práctica bastante habitual en muchos clubes de la zona.
Tratándose de fútbol infantil y todo lo que lo rodea, es evidente que las opiniones y los debates respecto a este tema seguirán siendo abundantes y en cierta forma interminables. Pero no es menos cierto que, por sobre todo, debería privar tanto el respeto por las decisiones ajenas amparadas por el reglamento como un profundo análisis de los pro y los contra que dichas circunstancias especiales puedan generar en el ambiente deportivo de los más pequeños.
