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Para un equipo renovado como el argentino, la mayor expectativa pasaba por confirmar si sus jugadores contaban con la personalidad para afrontar este tipo de series “chivas” ante un clásico rival en todos los sentidos. Contrariamente a lo que se pueda suponer, la mayor presión en la mayoría de los integrantes de un seleccionado se suele sentir de local cuando se tiene que responder frente a la exigencia de su público en Copa Davis. Ni hablar en esta situación del 1 – 2 en contra que obliga al triunfo de Mayer a primera hora y a ese vestirse nuevamente de héroe para Berlocq en el cierre.
Para el correntino será un replay de lo vivido en Sunrise donde solo el triunfo nos salvaba aquella vez de la catástrofe del descenso. Chocará a primera hora ante un Souza entonado por su maratónica victoria del viernes anterior pero que, se sabe, es mucho menos que e “Yacaré”. Máxime si este vuelve a mostrar todo su fibra en las difíciles y saca su mejor tenis desde la galera de la presión.
No le irá en zaga lo de “Charly” si le toca cerrar un quinto punto seguramente atractivo y de alta tensión en la rareza de este entorno de Tecnópolis. En este sábado y en tantos otros duelos decisivos de los últimos tiempos en la Davis ya demostró que puede ganar y perder pero entregando todo. Por eso dolieron ciertas flaquezas en su derrota del viernes pero sin que se critique su temple y mucho menos que haya estado falta de personalidad.
Por ello, para comenzar a entusiasmarse con la presencia de Serbia y un “tal “Djokovic en cuartos para el invierno próximo en este mismo lugar se debe apostar a un domingo de aquellos. Un domingo en donde el aliento, la concentración y el localismo deben estar al palo en todo momento para frenar ese triunfalismo “verde amarelo” en nuestras narices. Un domingo en donde, por sobretodo, se deberá apostar a presentar en escena una sólida y férrea personalidad.
