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Se preveía y se dio más o menos con lo que la lógica indicaba incluso minutos antes de comenzar el match. Más allá del cambio de Berlocq por Delbonis de última que, en cierta forma, le dio la derecha al capitán Orsanic ya que “Charly” no desentonó y se sacó en parte la mufa del día anterior pensando incluso en la finalísima del domingo.
Más que hacer pesar su ranking la pareja de doblistas con el 3° de Melo y el 12° de Soares hizo pesar su inocultable experiencia y seguridad en todos los puntos críticos en su contra. Y ello, sumado a la diferencia permanente de nivel, se encargó del resto para sellar el inapelable 3 – 0del final. Un choque que no obstante no entregó una imagen de superioridad infinita por parte de la dupla visitante y se dejó disfrutar con cierto aire copero hasta quedar aplastado por la realidad.
Si hubo algún momentodiferente para que en las gradas se percibiera cierta chance para los nuestros fue en el quiebre argentino en el primer game del segundo set. Pero después del 2 – 2 los “brazucas” apretaron el acelerador como molestos y alcanzaron cinco juegos consecutivos en una demostración táctica y de desplazamientos para el recuerdo. Especialmente conformando su rápido bloque sobre la red para volear de tal manera que la respuesta rival solo pase por la resignación de perder el punto.
De todos modos la dupla nacional tuvo momentos importantes ante tamaño rival y eso puede servir y mucho pensando en el futuro. El diminuto schwartzman solo desentonó en el inicio dado los nervios lógicos de debut pero luego jugó pelotas interesantes sin encoger el brazo como tantos otros. Además, su falta de potencia en el saque lo suplió con certeros efectos y angulación lo que seguro no será un dato menor para que se lo vuelva a tener en cuenta. Berlocq por su parte, desplegó desde el arranque todo lo que su nivel le brinda como oficio, luchó de manera permanente y reacomodó su animosidad de cara a un posible quinto punto decisivo para el domingo.
Con el festejo de cientos de camisetas amarillas y la resignación de la marea albiceleste pasó otra tarde porteña de un dobles sabatino por Copa Davis pero, por sobretodo, con el rigor de la superioridad visitante para aceptar la “doble lógica” del momento
