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Desde la nueva conducción de Fútbol Para Todos se decidió días atrás las bajas y altas de Periodistas y Locutores para la nueva temporada que acaba de comenzar en el fútbol de primera. Y más allá de la diversidad de opiniones en cuanto al peso del componente político de la cuestión es innegable que con las nuevas incorporaciones se jerarquizó al plantel profesional en todos los sentidos. A la permanencia de reconocidas figuras como el “Pollo” Vignolo, Diego Latorre, Pablo Viloutta o Viviana Vila se le sumaron desde este último fin de semana otras muy reconocidas como las de Ariel Senosiain, Daniel Fava y Nicolas Singer, siendo todo un dato de lo que se pretende brindar como producto de calidad a nuestra sociedad.
Si bien ello es necesario en todos los ámbitos del estado, porque los sueldos salen del bolsillo de cada aportante argentino que no merece servicios mediocres, hay otro tema no menor y directamente relacionado. El de ser dignos con el receptor que es quien confía en el producto que ha elegido y, de una u otra manera, pagado para ello. Y para que ello ocurra es fundamental la preparación, el talento y la experiencia de cada Periodista o Locutor en aras de brindar no solo un servicio informativo sino también la claridad en el relato o la riqueza en la opinión.
El Periodismo, a diferencia de algunas otras profesiones, suele tener referentes que por uno u otro motivo no han recorrido los pasillos universitarios pero que a fuerza de talento y/o dedicación pudieron y supieron alcanzar un importante grado de desarrollo. Y ello suele ser tan válido como el haber tenido la preparación y el título habilitante, en tanto y en cuanto se le brinde un excelente producto tanto al televidente como al oyente y al lector gráfico o de la web.Todo un tema por demás importante dado la mediatización que en los últimos tiempos las nuevas generaciones y muchísima gente lleva incorporado de manera permanente.
Tampoco podemos obviar livianamente otro ítem central que también está directamente ligado a la relación del periodismo con la sociedad y es el de la formación de opinión. Esa que nutre al grueso de un público que muchas veces confía ciegamente en lo que ve, escucha o lee y que puede ser vital para tomar partido por una u otra cuestión, se trate de lo que se trate. Por ello, la objetividad, claridad y profundidad de conceptos no debería ser una elección para el Periodista sino una palpable obligación que genere aquel producto digno para el receptor antes comentado.
De allí entonces que, a pesar de las diferentes opiniones que se pudieron escuchar respecto a esta renovación del plantel profesional del fútbol televisado, la búsqueda en brindar un mejor servicio público a nuestra sociedad siempre será tan necesario como bienvenido.
