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Sin dudas, esta semifinal del Grupo Mundial 2015 sigue teniendo condimentos extraños por donde se la mire. Con dos rivales que casi sin estrellas se las arreglaron para estar entre las cuatro mejores selecciones del planeta. No obstante y a pesar de ser una serie a priori pareja, salvo por la fuerte localia de los belgas, las primeras raquetas a cargo de Mayer y Goffin se presumen muy superiores al resto.
Si bien es cierto que en Copa Davis suelen intervenir una infinidad de factores no habituales en el circuito profesional, en esta oportunidad parecería existir una lógica previa entre los singles uno y dos de cada selección. Así, uno supondría que la jornada del viernes debería concluir en un punto por bando previendo las victorias de Goffin sobre Delbonis y de Mayer sobre Darcis. Y con ello, los verdaderos puntos clave de la disputa recaerían definitivamente en el dobles sabatino y en los dos choques de individuales del domingo.
Por ello, pasa a ser fundamental un partido de viernes corto o con poco desgaste físico para un Mayer vital en dobles y quizás también para un decisivo quinto punto ante Goffin el domingo.
Ante Serbia, el correntino y Berlock dieron muestras de un juego coordinado de fondo y red lo que, de repetirse, abriría una excelente perspectiva ante una pareja belga aún sin definición. Dado su experiencia, Bemelmans es una fija en los europeos pero su capitán aún no se decidió por Coppejans o el novato Desein, quien jugó de maravillas ante suiza. Por ende, ello también habla de un punto no imposible para el equipo argentino y fundamental para tener chances concretas de alcanzar una nueva final mundial.
Si bien partidos son partidos y en Davis las sorpresas suelen aparecer de la nada, esta serie pinta para definirse sobre el final de un fin de semana a pura adrenalina copera. Desde el sábado en adelante, siempre que la lógica diga presente el viernes y deje para el resto de los días su desarrollo más jugoso.
